SOLUCIONES – bcustody
bcustody es una solución de monedero multifirma: se trata de un servicio que permite a los usuarios asegurar sus bitcoins mediante el almacenamiento de claves privadas garantizadas por un diseño original
Este diseño no sólo permite asegurar el propio valor, sino también acceder a él, y por tanto gastar una parte, en cualquier momento, manteniendo el resto a salvo.
bcustodyse basa en la instalación de un sistema multisig (una función presente en el protocolo Bitcoin), un monedero que requiere más de una firma (multifirma) para realizar la transacción del valor actualdonde cada firma está asociada a una clave diferente (en este caso, 2 de 3, 2 conservadas internamente y 1 confiada a un profesional externo).
Núcleo de servicio
Formamos a los dos gerentes y al personal de la empresa que tendrán que gestionar las funciones y procesos relacionados con los monederos Bitcoin.
La tercera llave de emergencia se confía a un profesional imparcial (por ejemplo, un notario, un contable o un abogado), para que pueda ayudar a la empresa en caso de que surjan problemas con una de las dos llaves de la empresa.
En caso de emergencia e indisponibilidad de una de las dos claves corporativas, ayudamos al cliente poniéndose en contacto con el profesional de soporte para trasladar los fondos corporativos a un nuevo monedero.
Con Bitcoin y gracias al cifrado asimétrico, la propiedad se define únicamente por la posesión de la clave privada
En cambio, en la banca tradicional, el depositario del valor se convierte en propietario (art. 1834 del Código Civil), mientras que el transmitente sigue siendo un mero depositario.
Esta es una característica clave de las criptomonedas, ya que descarta categóricamente que alguien que no esté en posesión de la clave privada pueda bloquear o gastar valor. Pero también crea un problema: si se pierde la clave privada, no hay forma de acceder a su valor, que queda literalmente inaccesible.
La función multisig, literalmente multifirma, implica que para gastar cualquier cantidad de valor, no basta la firma generada por una clave privada, sino un número n de m firmas, normalmente 2 de 3.
Por lo tanto, mediante esta función, correctamente integrada en un diseño estructurado y con diferentes actores, es posible superar la disyuntiva entre seguridad (de no perder o ver su valor desplazado o bloqueado) y confidencialidad (de poder acceder a su valor eludiendo a un intermediario malintencionado).